El periodo que se inicia a partir de 1946-7 y que enfrentará a los máximos vencedores de la IIª Guerra Mundial (EEUU y la URSS), escenifica a la perfección la rivalidad entre dos grandes sistemas económicos por controlar y dominar la, hasta entonces, última expresión del poder (la producción). Como todo el mundo conoce a estas alturas el resultado final del enfrentamiento, me limitaré a presentar a los contendientes:
URSS: La continuadora (versión extrema) del estatalismo, de la labor protectora del estado de forma paternalista sobre los ciudadanos, heredera de los pensadores franceses de la comuna, obviamente de Marx (y Hegel) y de todos los pensadores antiliberales (incluidos los absolutistas, claro). Tenían ideas hermosas, lástima que una forma de gobierno tan jerárquica desemboque siempre en la tiranía. La producción queda en manos del pueblo (léase la élite que gobierna el pueblo, intelectual inicialmente, posteriormente nacionalista). Los medios de producción quedan en manos del estado. Las directrices económicas las dictan los economistas que trabajan para el gobierno desde una perspectiva macroeconómica. El gobierno es jerárquico y dirigista, elegido por las propias élites. El poder dice sustentarse en el pueblo pero lo hace en el partido.
EEUU: El representante del liberalismo económico. Libertad absoluta del individuo para emprender las iniciativas económicas que desee (cuidado, esto es relativo, porque los conservadores siempre abogaron por el proteccionismo de los productos norteamericanos, por lo que se trataría, en parte, de un liberalismo nacionalista). Los medios de producción están en manos del capital. Las directrices económicas también las dictan economistas expertos (profesores universitarios en su mayoría), pero organizados en think tanks de distintos signos políticos (a veces enfrentados entre sí) y a modo de sugerencias. El gobierno se limita a supervisar las reglas del juego. Es elegido por un sistema populista imperfecto denominado democracia parlamentaria. El poder dice sustentarse en el pueblo pero lo hace en la riqueza económica.
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2 comentarios:
Interesante síntesis. Saludos.
Gracias por el comentario, Recaredo.
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