Nicolás sarkozy, presidente de Francia, y su flamante novia, Carla Bruni, pasearon su amor el pasado 5 de enero por entre las ruinas de la monumental ciudad de Petra. Supongo que, en su arrebato de felicidad, ni llegaron a plantearse que la riqueza de Petra se sustentó en el chantaje que le hacían a las caravanas que pasaban por las escarpadas gargantas que rodeaban la ciudad, impidiéndoles continuar el viaje hacia centros de comercio más importantes si no pagaban el tributo, llegando a matar si era necesario.
miércoles, 9 de enero de 2008
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