domingo, 3 de mayo de 2009

¿PROGRESO?

Es muy interesante estudiar las leyendas a través del folklore para analizar si realmente la humanidad ha ido acumulando progreso con los siglos. Vayamos por pasos:

Inicialmente, el regente se elegía de forma asamblearia. El poder no se heredaba. Normalmente, el mejor de los guerreros o el más carismático era quien se elegía como líder. Podemos hablar de un líder natural.

Posteriormente, cuando se estipuló la realeza, la descendencia del trono se heredaba inicialmente por la línea de la hija del rey. De ahí los cuentos de princesas y príncipes azules y la competencia entre guerreros. Al pretendiente se le hacía pasar una serie de pruebas que demostraran su valía. Era una forma de seleccionar al mejor de los candidatos y gracias a ello nos han llegado leyendas como la de Sant Jordi.

Pero llegó un día en que la trasmisión del trono fue de padres a hijos. Ya tenemos aquí los problemas de endogamia y decadencia (se acuerdan de los Austrias, se acuerdan de los Borbones). No siempre el hijo de un rey destacado está a su nivel (más bien resulta al contrario). Ya tenemos también las conspiraciones y los validos para los monarcas títeres.

¿Creen ustedes que este proceso denota progreso o el ansia de poder y de legarlo a la descendencia biológica corrompe la igualdad de oportunidades?

Lo más curioso es que a la cultura le faltó tiempo para ponerse de parte de ese poder corrupto, (para que digan de los intelectuales). Las primeras leyendas de corte edípico carecían de profecía. Pero las más elaboradas ya habían utilizado este recurso literario (intelectual) para dejar claro que el trono se heredaba por via de sangre para que no hubiera dudas de donde residía el poder.